martes, 29 de mayo de 2012

COLEGIO ADVENTISTA PIURA, un lugar 100% libre de humo de tabaco
Claves para dejar de fumar
Detalles previos que le garantizarán el éxito
Prepárese para ser libre
A menos que usted esté sumamente estresado, haga planes para dejar de fumar pronto, preferiblemente dentro de una o dos semanas. Es probable que haya mirado este asunto desde hace bastante tiempo; la diferencia entre un objetivo y un sueño es la acción.
  • Tome la decisión de liberarse de este hábito de fumar.
  • Decida ser libre del tabaco.
Se sorprenderá al verificar cuán fácil le resulta dejar de fumar, cuando se ha preparado adecuadamente tanto física como mental y socialmente.

Prepárese físicamente
Como si fuera un atleta que se está entrenando, descubrirá que su decisión resulta más fácil de cumplir si:

  • Duerme ocho horas cada noche.
  • Toma ocho vasos de agua por día.
  • Toma un desayuno equilibrado cada mañana.
  • Camina con rapidez dos veces por día.
  • Visita a su dentista, y le pide que limpie bien sus dientes.
  • Pide a su médico que le dé el visto bueno para comenzar a hacer ejercicios.
  • Hace planes para comenzar un programa de ejercicios.
El ejercicio lo ayudará a reparar los daños fisiológicos causados por años de consumo de nicotina y alquitrán. Un buen estado físico también lo ayudará a combatir los dos principales enemigos de alguien que está luchando para dejar de fumar: el exceso de estrés y el aumento de peso.
Las posibilidades de éxito aumentan si usted elimina el consumo de alcohol y de cafeína. Un solo vaso de bebida alcohólica compromete el buen juicio y aumenta el riesgo de una recaída; y la cafeína actúa como un gatillo, que condiciona al fumador para volver a la antigua rutina de la taza de café y el cigarrillo. Reemplace el café por agua o jugos de fruta.
Empiece a comer mayor cantidad de frutas y verduras: de cinco a nueve porciones por día. No sólo lo ayudarán a reducir los síntomas del síndrome de abstinencia de la nicotina, sino también repararán los daños causados por los años dedicados a fumar. Estos alimentos, consumidos en su gran variedad, lo ayudarán también a reducir los riesgos de cáncer, incluso el cáncer de pulmón.
Consuma más pan integral, cereales y legumbres: de seis a once porciones por día. Los cereales, las frutas y las verduras deberían ser el fundamento de su nuevo régimen de alimentación.
Prepárese psicológicamente
Así como un astronauta debe practicar en un simulador antes de lanzarse al espacio, usted debe ensayar mentalmente la conducta que deberá seguir cuando se convierta en un ex fumador.
Imagine todas las ventajas que gozará cuando se vea libre del tabaco. Verbalice esa alegría y repita con frecuencia: "¡Qué bueno es estar libre del tabaco!"
Crea en que se está liberando del tabaco. Comience a pensar en cómo actúan los no fumadores, y haga lo que ellos hacen. observe cómo reaccionan ante situaciones que lo habrían inducido a usted a encender un cigarrillo; note cómo manejan el estrés y qué hacen con las manos. Por lo común, nuestras acciones son la consecuencia de lo que creemos y de lo que deseamos. Actúe como si fuera un no fumador y, con el tiempo, sus pensamientos y sus creencias se corresponderán con sus acciones.

Prepárese socialmente
Mientras está en el proceso de dejar de fumar, haga planes para evitar, con cortesía, la compañía de amigos fumadores y bebedores, de los miembros de la familia que fuman, las fiestas relacionadas con su trabajo y toda circunstancia en la que sus antiguos amigos lo podrían presionar para que vuelva a fumar. Piense en lo que va a decir y hacer cuando lo inviten a fumar o sienta un intenso deseo de fumar. Respuestas como éstas ayudan: "No gracias; no fumo más" o "Prefiero no seguir fumando".
Busque apoyo. Pida a su familiares, sus amigos y sus compañeros de trabajo que lo animen. Busque a un amigo de confianza para hablar con él cuando el deseo de fumar le parezca irresistible.

Prepárese espiritualmente
No todos van a la iglesia ni dedican tiempo a estar en comunión con Dios; pero todos somos, de alguna manera, seres espirituales. Todos creemos algo con respecto al universo; todos tenemos conceptos morales acerca del bien y del mal. Un par de preguntas muy pertinentes son: "¿Concuerda mi hábito de fumar con los valores que sostengo como padre o madre responsable o, para el caso, como hijo o  hija?", "siendo que estoy al tanto de los daños que causa el tabaco ¿me gustaría que otros siguieran mi ejemplo?".


Guarde un registro
Durante las siguientes 24 o 48 horas, anote cada cigarrillo que fuma y cuántas veces lo asalta el intenso deseo de fumar. Este registro le será muy valioso cuando estudie su adicción al tabaco. Guarde todas las colillas en una bolsita de plástico; lo ayudarán a recordar la importante contaminación de sus pulmones que su organismo ha intentado procesar en el curso de estas 24 horas como fumador.

Prepárese para un desliz o una recaída
Muchos fumadores realizan vario falsos intentos antes de dejar de fumar definitivamente. Si usted se sorprende a sí mismo aspirando una bocanada de humo casi sin darse cuenta, no se desanime ni renuncie: deje de hacerlo inmediatamente; tire lejos el cigarrillo. Convénzase de que no ha fracasado. Ha sido un desvío y nada más. Sólo habrá fracasado si no lo intenta de nuevo.

Repase todos los beneficios de un estilo de vida sin tabaquismo: mejor salud; mayor economía; más actividades sociales; una piel con mejor aspecto, sin mencionar la coloración de los dientes y de los dedos; la ropa con una fragancia distinta; más confianza en sí mismo y más influencia sobre los demás. Decida de nuevo vivir sin fumar. Súbase ahora mismo al tren de los que no fuman. Un desliz es sólo bajarse por un rato del tren en la estación equivocada.
Si es necesario, pruebe estas diez armas para derrotar la tentación: por más fuerte que está sea, ninguna soporta tanto.

Dígase a sí mismo:

  • "Prefiero no fumar"
  • "He decidido dejar de fumar"
  • "Me gustaría dejar de fumar"
Cepíllese
  • Los dientes con un dentífrico con gusto a menta.
  • El cabello.
  • El cuerpo con una toalla suave.
Mastique
  • Apio, zanahorias.
  • Semillas de girasol.
  • Chicles sin azúcar.
Beba

  • Un vaso de agua cada hora.
  • Jugos de frutas y de verduras.
Haga ejercicios
  •  Caminatas.
  • Calistenia suave.
  • Ejercicios de relajación.
Refrésquese
  • Con 5 inspiraciones profundas.
  • Con una ducha tibia.
  • Prepárese a sí mismo.
Proporciónese

  • Un respiro de cinco minutos
  • Una cuenta regresiva partiendo de cien.
  • La ayuda de un amigo.
Conténgase
  • Cinco minutos.
  • Busque un amigo mientras aguanta.
  • Tenga algo bien aferrado en la mano.
Imagine
  • Su vida libre de cigarrillos.
  • Que rechaza un cigarrillo.
  • Que contrarresta un ataque de la doña Nicotina.
Únase a:
  • Un grupo de apoyo.
  • Un club especial.
  • Un movimiento antitabáquico.
Fuente: Dr. Stoy Proctor, Revista Vida Feliz, editorial Casa Editora Sudamericana